Durante la campaña de seguimiento y salvamento de nidos, hemos vivido muchas situaciones diferentes, donde nos hemos encontrado distintos escenarios. Este año, hemos tenido muchas alegrías ya que hemos podido observar un gran número de aguiluchos juveniles en vuelo, en perfecto estado de salud. Sin embargo, en varias ocasiones, se ha tenido que intervenir, por diversos motivos, y se han trasladado pollos de corta edad y huevos al Centro de Recuperación de Animales Salvajes de Valladolid (CRAS).
En el CRAS, los pollos de aguilucho y huevos, terminan su desarrollo y cuando están preparados al 100% para poder vivir en libertad, se sueltan al medio natural. Las liberaciones se suelen hacer a partir de mediados del mes de julio y en el mes de agosto.

La liberación consiste en devolver a la naturaleza a estas aves que fueron rescatadas por razones de conservación. Los lugares seleccionados para las sueltas son las mismas parcelas agrícolas donde estaban instaladas las parejas reproductoras, es decir, donde se recogieron los ejemplares. Estas acciones son fundamentales para la conservación de las especies de aguiluchos y la restauración de los ecosistemas ya que desempeñan un papel crucial como controladores biológicos de posibles plagas en los cultivos, ayudando a mantener el equilibrio ecológico.
Además, las sueltas son actos públicos donde se pretende concienciar y sensibilizar a la población en general, dando a conocer la importancia de estas especies para los ecosistemas y fomentando actitudes más respetuosas con las mismas.

Hemos recogido distintos testimonios de varias personas que participaron en los días de sueltas y queremos compartirlos en esta noticia:
“Para nosotros participar en la suelta de aguiluchos ha sido una gran experiencia. Íbamos con muchas emoción pero creemos que no hacen falta grandes expectativas ni que te gusten los pájaros para ir, porque una vez que estás allí esa emoción te entra. Verles tan de cerca es algo que no suele suceder así que es algo único. Recomendamos llevar cámara para poder fotografiarlos. Poder devolverles sanos y salvos a su hábitat y darles esa libertad es muy gratificante“. Martín y Leo Hernández Garrido.
«Sentir su liviano peso es mis manos, su mirada con deseos de libertad, emociona, después de los esfuerzos de muchos, hacerlo posible». Raquel Prieto
“Me quedé alucinado cuando vi que, tras liberar a un juvenil, la madre que seguía por la zona, acudió a él y le llevó hacia la zona donde tuvo el nido”. Jesús Colás
“Pude vivir varias sueltas de aguiluchos y son experiencias únicas. Lo que más me emociona es verlos salir volando con mucha energía y escuchar sus reclamos cuando ya están en vuelo. Son momentos inolvidables”. Soraya Padilla
“Llegado el día de la suelta de aguiluchos, son muchos los recuerdos que se acumulan en la cabeza, con días de esperas, observación y ayuda de acenveros. En mis manos tengo esta bella ave a punto de echar el vuelo. Sólo desearle buena suerte“. David Arribas

Las sueltas de aguiluchos no solo benefician a los ejemplares individualmente, sino que también tiene un impacto positivo en la biodiversidad y en la salud de los ecosistemas. ¡Os deseamos muy buena suerte!